Consejos que nadie me dio y que he aprendido a través de buenas y malas experiencias, en estos casi 20 años de profesión:
👉Ponle cariño a todo lo que haces y cuida los detalles, porque ellos hablan de la /del profesional que eres.
👉Cero tolerancia a las faltas de respeto, sobre todo a las que te haces a ti mismo/a. Conócete (invierte tiempo en ello), cuídate (invierte más tiempo aún) y sobre todo, sé coherente con tus valores, con lo que dices y con lo que haces.
👉Intenta ser un poco mejor cada día. No en todo (es imposible y no es sano). Concéntrate en algo pequeño en lo que quieras mejorar. Esfuérzate (esforzarse significa hacer cosas que ni te gustan ni te apetece hacer) y de vez en cuando toma distancia y mira lo que has conseguido. No te juzgues ni valores si es mucho o poco. Has avanzado. Punto. A por otra cosa.
👉Ponte en los zapatos de la gente con la que trabajas. Procura ser útil a los demás, ofrece lo que necesitan y no seas nunca el obstáculo de nadie para hacer su trabajo (contesta los emails, reporta tus datos a tiempo, ofrece ese consejo que a ti te ayuda siempre a los que veas con problemas en la misma situación).
👉Trabaja para servir y procura que tu servicio esté enfocado a conseguir resultados. Saber es importante, pero ser capaz de aterrizar ese conocimiento en algo útil lo es mucho más.
👉Cuando escribas o hables, piensa siempre para quién lo haces; da siempre contexto, abre y cierra cada intervención reforzando lo importante. Sé breve. El tiempo es lo más valioso.
👉Respeta y escucha a tus “mayores”, porque la experiencia (que no tiene porqué coincidir con jerarquía) es un grado. Porque muchos otros ya han pasado por donde estás pasando tú. Humildad para reconocer que otros hicieron ese camino antes y gratitud para todos los que te enseñaron algo.
👉Aprende a manejar y a convivir con ciertos niveles de frustración. Porque es normal, no todo sale siempre y no todo sale bien. Si no lo consigues la frustración se convertirá en rabia, la rabia en ira, la ira en odio y el odio en amargura. Odiar algo (un trabajo, una empresa) o a alguien (un/a jefe/a, un/a colega) es súper liberador a corto plazo y la peor inversión posible a medio y a largo.
👉La autoexigencia solo es virtud cuando la disfrutas. Si te exiges mucho pero luego estás encabronado/a todo el día, tienes un puntito de sadismo que deberías analizar.
Recuerda también algo muy importante: no aceptes consejos de quien no aceptarías una crítica 😉 (este no es mío, no recuerdo dónde lo he leído).
¿Qué cosas os han enseñado los años de experiencia y os parecen un buen legado?
Leave a Reply